A partir de las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia de COVID-19 en la Argentina y en varios lugares del mundo, desde Pre-Textos buscamos elaborar una adaptación del protocolo pedagógico que funcionara en el entorno virtual. Pre-Textos Digital tiene el objetivo de lograr el efecto de sociabilidad a través de las plataformas digitales y acompañar a la comunidad educativa en la elaboración de propuestas integradoras y creativas para fomentar la lecto-escritura con la modalidad virtual.
El primer taller de formación de Pre-Textos Digital fue facilitado por Tálata Rodríguez y Mixtli Cano Moreno con el apoyo de Ayres Culturales y Casa Walsh. Leímos: Estrés y resiliencia “Una mirada desde la psiconeuroinmunoendocrinologia” del Dr. Pedro Lattuca en Clínica-UNR.org, Facultad de Ciencias Médicas – Universidad Nacional de Rosario. Se realizó los días 25, 26 y 27 de mayo, 1 y 2 de junio utilizando correo electrónico, videollamada, chat y documentos compartidos en la nube.
Estuvo orientado a docentes y talleristas de educación informal y formal con el objetivo de sumar valor a la experiencia de aprendizaje a través de plataformas digitales en el contexto del aislamiento y distanciamiento social obligatorio impuesto por la pandemia de Covid-19.
Fue la primera experiencia de formación digital abierta a participantes de habla hispana de cualquier lugar del mundo. Participaron personas de Colombia, México, España, Chile, Panamá y diversas provincias de la Argentina.
La convocatoria se realizó a través de correo electrónico, redes sociales y página web de Casa Walsh, Cultural Agents y Pre-Textos Argentina.
Además, se realizó un webinar el sábado 23 de junio a cargo de Doris Sommer, Gonzalo Aguilar, Tálata Rodríguez y Adriana Gutiérrez.
El segundo taller de formación de Pre-Textos Digital fue facilitado por Tálata Rodríguez y Mixtli Cano Moreno con la colaboración de Perla Perrén y Ksenia Fiaduta. Se realizó con el apoyo de Ayres Culturales y Casa Walsh.
Leímos el texto El enjambre, del libro La vida de las abejas de Maurice Maeterlinck. Se realizó los días 23, 24, 25, 26 y 30 de junio utilizando correo electrónico, videollamada, chat y documentos compartidos en la nube.
También estuvo orientado a docentes y talleristas de educación informal y formal y participaron personas de la Argentina, Perú, Colombia, España, Estados Unidos y México.
Durante el desarrollo de los talleres, docentes de distintos ámbitos presentaron al grupo propuestas de actividades para motivar a sus estudiantes y se encontraron con compañeros y compañeras entusiastas y preocupados por colaborar con su experiencia.
También en este seminario se formaron equipos de trabajo de personas de distintos países con distintos intereses que trabajan activamente para aplicar y difundir las herramientas del protocolo en sus ámbitos de trabajo y experiencias educativas.
Siempre Carrillo
Joana y Aldana Bucca son facilitadoras de Pre-Textos desde 2019, cuando realizaron el seminario de formación con Doris Sommer por invitación del Instituto de Vivienda de la Ciudad. Acompañadas por Leo Sabbatella y Tálata Rodríguez, desarrollaron un taller de lectura y juego para niñas y niños en el comedor Siempre Carrillo, en el barrio Ramón Carrillo de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante 2020, las facilitadoras Bucca junto a Tálata desarrollaron experiencias de Pre-Textos Digital para realizar actividades remotas con les niñes de su espacio.
La actividad se desarrolló utilizando la plataforma de mensajería WhatsApp, leyeron Los importantes inventos del Sr. Bubelkin de Gina Ruck-Pauquèt.
Durante las vacaciones de invierno de la Argentina, entre el 20 y el 31 de julio de 2020, se realizaron cuatro talleres con la metodología de Pre-Textos Digital en la Casa Walsh.
Los talleres conformaron entre sí el #ClubYaMeUní y estuvieron dirigidos a niños y niñas de entre seis y doce años.
Los talleres del #ClubYaMeUní:
- RompePixeles
«Jugamos con un texto, lo actuamos, lo rompemos y lo transformamos en colores».
Cuatro encuentros a cargo de Pía Patruno y Antü Cifuentes.
RompePixeles juega con el nombre del recurso “Rompehielos” y lo une con la posibilidad de que la presencia de les participantes del taller se sienta cercana gracias al poder de atravesar o romper los píxeles de la imagen de los dispositivos.
Leyeron un fragmento de una novela de Christine Nostlinger llamada Konrad o el niño que salió de una lata de conservas.
- Árboles de mi ciudad y mi país
Facilitadoras: Marien Cano Moreno, Marisa Pesavento, Mercedes Schamber. Seis encuentros. Las facilitadores de este taller se encontraban durante su desarrollo en dos países y tres ciudades distintas ya que Marien vive en la ciudad de Panamá; Mercedes en Bariloche, provincia de Río Negro, y Marisa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
A partir de la lectura de un texto del libro Árboles de mi ciudad y mi país, se invitó a niños y niñas a reconocer y valorar algunas especies de los árboles nativos de la Argentina y la fauna vinculada a ellos.
El taller parte de una concepción integral del individuo inserto dialógicamente en la naturaleza. Busca que niños y niñas sean capaces de descubrir los valores naturales y culturales de los árboles nativos y así entender las relaciones de los mismos con su entorno, la fauna y los seres humanos.
De esta manera se propone como complemento del aprendizaje escolar, una educación ambiental con base en la experiencia y el trabajo de campo.
- ¿Bailan los robots?
«Despertamos los sentidos, bailamos y construimos juntos nuestro amigo robot». A cargo de Liza Casullo y Gabriela Saidón. Cuatro encuentros.
– ¡Poesía en acción!
«A partir de una poesía, creamos nuestros personajes para producir nuestra mini-obra». Cuatro encuentros a cargo de Perla Perren y Laura Bilbao.
Tálata Rodríguez coordinó esta experiencia en la que alumnos y alumnas de cuarto grado de la escuela 14 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires leyeron Perdido en la Selva de Ricardo Mariño.
Utilizando WhatsApp, les niñes escucharon el cuento leído por voluntaries enviado como mensaje de audio. Por medio de la plataforma de mensajería, les participantes intercambiaron las tapas de sus libros editados según el estilo de las editoriales cartoneras, las preguntas que tenían para hacerle al texto y trabajaron en grupo a pesar de las medidas de distanciamiento social.